La linaza contiene ácidos grasos de las series Omega 3, Omega 6 y Omega 9, los cuales contribuyen a la salud del sistema cardiovascular. Asimismo, tienen una importante actividad antioxidante. Estos ácidos grasos evitan la acumulación de productos en las arterias, inhiben la absorción del colesterol en el torrente sanguíneo y contribuyen en la prevención y tratamiento de la hipertensión. Por otra parte, los ácidos grasos tienen un efecto antiinflamatorio valioso para personas que padecen artritis. Consumidos regularmente como parte de una dieta, el aceite o las semillas desinflaman y lubrican las articulaciones. Las semillas contienen luteolina, un flavonoide que inhibe la liberación de histamina, la cual es responsable de síntomas de alergias y problemas respiratorios como estornudos y escurrimiento nasal. Los compuestos pueden ayudar a reducir la glucosa en la sangre.

Según estudios de la UNAM del amaranto se obtiene un extracto de lípidos con un alto contenidos de aceites poliinsaturados, como omega 3 y 6, y escualeno, un agente antioxidante que se combina fácilmente con el colesterol para poder eliminarlo. Además, según información de la Agencia ID (Investigación y Desarrollo), este producto ayuda a disminuir varices, fibrosis mamaria y problemas de circulación.