La pulpa destaca por su elevado contenido en tiamina, una vitamina esencial que garantiza el adecuado funcionamiento del sistema digestivo, los músculos y los nervios. También es rico en vitamina C. Contiene una gran cantidad de potasio y hierro. En el caso del primero, resulta de gran ayuda para el tejido muscular y la salud cardiovascular, mientras que el hierro se ocupa de transportar oxígeno por la sangre.

El chile piquín tiene efectos antiinflamatorios, antiirritantes y ayuda a la prevención del dolor; se ha encontrado que es bueno para el corazón, pues baja la presión arterial, estimula el sistema circulatorio, reduce el colesterol; y es un anticoagulante natural que disminuye la posibilidad de un ataque cardiaco.

Además, se le considera útil en el desarrollo de tratamientos anticancerosos, ya que la capsaicina es capaz de eliminar las células malignas del cáncer sin dañar las células sanas.

Otros estudios científicos del chile piquín, afirman que posee una gran cantidad de vitamina C por encima de los cítricos y es un poderoso antioxidante. Asimismo, quien consume esta variedad de picante, aparte de darse una buena enchilada, su sabor provoca que el cerebro libere endorfinas, substancias analgésicas que producen placer.